Don't Kill My Vibes

“No somos responsables de las emociones pero sí de lo que hacemos con las emociones.” En el año 2009, el diseñador y editor John Koenigs sorprendió con la publicación de El diccionario de los dolores oscuros, un libro que trata de definir los sentimientos y las emociones que abordan a muchas personas en la actualidad pero que aún no se han nombrado ni definido.  En esta nueva temporada de Don’t Kill My Vibes, DJ Andy Grey, estrecha lazos entre todas estas emociones y la música que las representa. Sonder es la palabra que trata de concienciar de que las vidas de todas las personas son aventuras complejas, con dudas, ambiciones, miedos, alegrías y triunfos. Lo curioso es que cada persona parece vivir únicamente en su propia existencia sin reparar en la de los demás, por muy cerca que se encuentren. Sonder también es el título de esta primera entrega cargada de electrónica emocional. 

El sonido de la ropa desgarrándose es, para algunas personas, tan exitante como el gemido de su pareja durante el éxtasis. Aquellos que sufren de Clastomanía, solo se excitan cuando un poderoso sentimiento felino se apodera de sus cuerpos y, esclavos de la adrenalina, sienten la necesidad de rasgar, romper o morder la ropa de su pareja durante el sexo.  Solo a modo de recomendacion, advertimos llevar ropa cómoda y económica si se disponen a escuchar esta hora de música preparada por DJ Andy Grey. En caso de rotura, pueden dirigir sus quejas a su fabricante de ropa o a su pareja. 

Se conoce como hipoxifilia a la practica de impedir la respiración de la pareja durante el sexo, con la intención de aumentar la adrenalina y que el orgasmo sea más intenso. Es una práctica peligrosa pero única para aquellos que necesitan de las sensaciones fuertes para disfrutar del mejor sexo. En esta ocasión, DJ Andy Grey propone una selección de temas de los que cortan la respiración. ¿Notas cómo aumenta la presión sanguínea? 

Tener sexo en la cabina de un avión es una de las grandes fantasías eróticas. Pero puede ser peligroso, incómodo y depende de donde estés, hasta ilegal. Así que para montártelo sin que nadie se entere, hemos recopilado una serie de indicaciones. Paso 1: Discute con tu amante, uno de esos numeritos por cualquier chorrada, no exageres el gesto ni los gritos, solo intenta que los azafatos se coscan pero no los mires a los ojos. Te pueden pillar…Paso 2: Suéltate la melena diciendo algo un poco bestia para que tu pareja se levante en cólera y se pire del asiento.Paso 3: El ofendido tira directamente para el baño con gesto compungido. Paso 4: Mientras, te quedas en tu asiento. Sin hablar, mirando hacia abajo, pon toda la sensibilidad que seas capaz sin sobreactuar.Paso 5: Deja que te deje entrar en el baño, pide disculpas discretamente, sin hacer demasiado teatro. Dile que tienes algo que decirle. Paso 6: Suelta todo el frenesí que dos metros cuadrados sean capaces de aguantar. Eso sí, contén tus alaridos. Si no er

Morder lo breve  lo nuestro mordible, querible  en cremalleras, en bastillas en los botones estampados de las blusas en la seda silenciosa del bostezo  María Eugenia Caseiro  Muerde la boca, los dientes pero también muerde el aguafuerte. Porque una cosa es el mordisco y otra bien distinta las mordidas. Y es que en este verbo cabe todo, desde los bajos fondos de los instintos hasta las más sofisticadas muescas.  Digámoslo bien alto. ¡Qué poder de atracción tiene la boca! Cuando conocemos a alguien que nos enciende, el primer impulso es arrebatarle el aliento. Y pensándolo fríamente, tiene algo de animal e inconsciente. Si nos comportáramos como seres racionales, probablemente el primer paso a la pasión sería otro. En el fondo, la boca es una de las partes más íntimas que existen y sin embargo, es la primera que compartimos. En Don’t Kill My Vibes nos gusta morder y más aún, nos gusta la marca de los mordiscos. Esos puntos circulares que se quedan impresos en la pi

En estos tiempos prosaicos, crudos y visuales, la poesía y el mito no parecen pasar por su mejor momento. Cada día que pasa, nos hacemos más impacientes, desechamos lo simbólico y queremos que todo pase ya, incluso lo que no deseamos que ocurra pero que pase. Nos olvidamos de la espera, del echar de menos, del juego y la seducción. Triunfa lo pedestre, lo materialista y el mal uso de la razón práctica.  Sin pretender que la vida sea una égloga, hacemos un llamamiento a todo aquel que prefiera la sutileza a la ramplonería, el trampantojo a la carne sangrante, el mito al logos. Aunque solo sea por hora, lo que dura este espacio de músicas virtuosas, combinada por la exquisita DJ Andy Grey. Una sesión titulada dacrifilia, es decir, la estimulación que provocan las lágrimas en el juego sexual. Y podríamos tirarnos por la parte sádica del asunto, pero no, preferimos recordar uno de los mitos más bellos que existen, que no es otro que la historia de Dánae y Zeus, relacionada con el nacimiento de las Perséidas

Nota: Si usted no ha desayunado, deje esto para luego. Cuenta la leyenda que Mozart tenía una cierta inclinación hacia la coprofagia, una tendencia morbosa hacia los excrementos. Aunque le resulte raro, algo tendrá la escatología, que pone a muchos como un tren. Por ejemplo, en más de un portal online venden envasadas lencería usada y maloliente. ¿Que le sigue pareciendo extraño? Pues, agárrense: la psicología le ha puesto hasta un nombre, la misofilia. Una filia que vincula el placer sexual a la suciedad.  Y esto ya le irá sonando más normal. Porque seguro que alguna vez han soñado con un cuerpo sudoroso y brillante, que desprende un olor a… inspire… mmm mugre excitante. Y ustedes se preguntarán, ¿a qué viene esto? Al deseo expreso de Andy Grey de ponernos contra la pared y llevarnos al éxtasis por los derroteros más impensables. 

¿Pueden ser las oficinas de un banco un lugar para una fantasía erótica? ¿Y un callejón oscuro? Definitivamente sí, sobre todo para aquellos que padecen harpaxofilia. Los afectados, lejos de acobardarse, sienten un agradable cosquilleo cuando escuchan aquello de: ¡Manos arriba, esto es un atraco! Esto puede ser un problema cuando lo sufres en silencio, pero hay parejas que conocen sus gustos y no tienen reparo en simular todo tipo de escenas de robo con la única intención de sentir esa presión que tanto les levanta el ánimo.  Una vez más, Andy Grey selecciona los mejores temas para sumergir al oyente en una nueva experiencia. Por suerte, el único conflicto al nos enfrentaremos será el de la adrenalina secuestrando nuestro psique. 

Ponerse de uñas es una cosa y ponerse con las uñas es otra bien distinta. Esta semana, nuestra selectora de parafilias se deja llevar por los instintos felinos más primarios y sucumbe ante la tentación de arañar como camino a un éxtasis prometido. Los zarpazos en el sexo pueden ser involuntarios: una postura forzada o un momento de delirio provocan pequeños roces que dejan marcas del delito en la piel. Pero esto no tiene nada que ver con la amiquesis.  Para empezar, quienes anden ya pensando que están afectados por una extraña patología o quienes crean que están sometidos a la perturbadora fuerza de Venus, deben saber que la amiquesis se trata ya en el Kama Sutra y es especialmente recomendada en la continuación, el Ananga Ranga. En este manual de técnicas amatorias ya lo dice claro: para salir de la monotonía del mete-saca hay que morder, arañar, rozar, estimular. La intensidad, a gusto del consumidor, como esta sesión. Porque si de algo puede presumir DJ Andy Grey es de resistencia de sonidos y del ma

Cuando hablamos de látigos, fustas, máscaras o cadenas bien podría pensarse que nos referimos al atrezzo de una película de terror, o que andamos concentrados en la preparación de un secuestro con intenciones de tortura. Nada de eso ocupa la temática de esta entrega, más bien nos centramos en la práctica del sadismo como comportamiento sexual. Es sabido por todos que una parte de la población disfruta y ha disfrutado con la humillación, el dolor físico o la dominancia durante el acto sexual, y si el resultado es positivo, ¿qué motivos existen para esconderlo? Por un mundo sin prejuicios, Andy Grey propone una selección de temas y remixes inspirados en la BSO de ’50 sombras más oscuras’  dejando claro que erotismo y sadismo resultan mejor en la mezcla que aceite y agua. 

La vida no está hecha para los débiles. Esa es, al menos durante un rato, la máxima que inspira a DJ Andy Grey como hilo conductor de esta sesión. Los débiles se arrugan ante el frío, no quieren salir de casa, están afligidos y con la líbido por los pies. Visten pijama de franela, sábanas térmicas, calcetines de lana de la abuela y hasta gorro con borla. Lo anti erótico más absoluto.  Los fuertes, sin embargo, despiden el año dándose un chapuzón en las gélidas aguas de los glaciares, escalan montañas nevadas y, sí, sienten auténticos escalofríos de placer ante la sensación de frío. En ellos y en los demás. Son individuos que pueden subir de cero a cien con solo ver a otra persona frotándose las manos en el metro. No se extrañen, esta extravagante inclinación tiene un nombre ya: Psicrofilia.  La música, por definición, no tiene temperatura pero en esta emisora nos gusta pensar que somos más de ritmos calientes. Por eso, para aclimatar las pasiones, presentamos esta hora de músicas a baja temperatur

Por diversas razones, hay cientos de personas alrededor del mundo que dedican su vida a la modificación corporal. En muchos casos, por llevar piercings, tatuajes o escarificaciones, son objeto de mofa o discriminación, aún así esta forma de vida continúa ganando adeptos día tras día. Las antiguas civilizaciones ya lo utilizaban hace miles de años para aumentar su estatus social, conseguir pareja o perpetrar el miedo en sus enemigos. Sin embargo, hoy en día, los prejuicios son enormes y los detractores opinan que no es elegante y que dura para toda la vida, pero también lo es una hipoteca o un trabajo sin futuro y ellos lo aceptan de manera casi automática. A raíz de este crecimiento surgen comportamientos que en muchas casas son tema tabú. Andy Grey nos presenta la estigmatofilia, una conducta sexual en la que el individuo se siente atraído sexualmente solo por aquellas personas que han decidido que su piel debe ser un lienzo, una obra de arte cambiante y en constante transformación. Esto significa que si

La filia de esta semana necesita una explicación previa para no incurrir en errores de bulto. La ipsofilia se define como la excitación causada por la propia imagen. Poco tiene que ver con la masturbación. Los seres movidos por la ipsofilia disfrutan con el simple hecho de evocar su cuerpo, para eso se ayudan en ocasiones de espejos o vídeos grabados anteriormente donde el protagonista es siempre el mismo. Dicen los que de esto entienden que la ipsofilia es una forma de narcisismo extremo, así que para ilustrarnos más acudimos como en otras ocasiones al tito Freud.  El psicoanalista austríaco trató en sus anales el tema de la masturbación frente al espejo y la dotó de un talante de culpabilidad (¡sorpresa!) relacionado con la soledad y el abandono. Nada que ver con lo que nos ha preparado nuestra maestra de ceremonias. DJ Andy Grey se alimenta de las perversiones y las dispara en forma de sesión musical. Un cañonazo para morir de éxtasis con uno mismo (o en compañía). 

Desmond Morris es uno de los zoólogos más interesantes del siglo XX: especializado en etología, escribió Comportamiento íntimo, una obra de cabecera para quien necesite argumentos para entender la conducta del humano con respecto al contacto sexual. ¿Qué nos diferencia de otras especies animales? ¿En qué interfiere el amor en la práctica carnal? ¿Somos seres sociales atados a prácticas inspiradas culturalmente?  Nuestro amigo Morris se afanó en definir 12 etapas que se repetían siempre en la creación de la pareja. No se lleven las manos a la cabeza ante lo que van a leer pero las queríamos reproducir, serían: mirada al cuerpo; mirada a los ojos; intercambio vocal; la mano en la mano; el brazo en el hombro; el brazo en la cintura; la boca en la boca; la mano en la cabeza; la mano en el cuerpo; la boca en el pecho; la mano en el sexo y por último el sexo en el sexo. ¿En serio, Mr Morris? ¿Somos así de previsibles? Seguro que DJ Andy Grey no se encontraba en el muestreo de población analizada.  Menos

llegó a mi casaborrachamontada en un venado hasta la entrada del edificio:muchas mujeres quieren salvar el mundo, dijoaunque no puedan mantener limpiassus cocinas,pero yo…entramos y encendí tres velasrojasNinguna Lady Godiva, Charles Bukowski ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para complacer a tu pareja? ¿Serías capaz de renunciar a tus principios por una buena causa? Aparentemente, estas dos preguntas no deberían estar relacionadas pero en el mundo de DJ’s Andy Grey se diluyen y dan lugar a una sesión sobre la aloerastia inspirada por la leyenda de Lady Godiva.  Vayamos paso a paso: la aloerastia está íntimamente ligada al voyeurismo, en realidad sería un paso más a la excitación que provoca la visión de la desnudez en otra persona con la que no entras en contacto. La aloerastia empieza con el fisgoneo y acaba en un final carnal. A raíz de esta provocativa inclinación, nuestra experta en parafilias ha trasteado la biblioteca de leyendas hasta dar con un personaje casi místico, Lady Godi

¿Son la delicadeza y la ternura los únicos sustantivos que se pueden atribuir al sexo? La agonofilia deja claro que no. Es el enfrentamiento y la lucha física lo que excita a los afectados por esta práctica. Todo se vuelve más interesante cuándo lo único que importa es la jerarquía en la cama. Una lucha de fuerza y agonía que pasa del dolor al orgasmo en lo que tarda en liberarse la adrenalina. Dominante frente a dominado, uno es quien come y el otro es comido. Dj Andy Grey hace un acercamiento sonoro a la agonofilia con una selección de temas y remixes que llevan de la pasión a la calma o del frenesí a la paz, con tu pareja o tu enemigo, dependiendo de los roles establecidos...

Que no le cuenten cuentos. Nadie tiene derecho a despertarte cuando estás plácidamente dormido, en ese trance estimulante y reparador que llamamos sueño. Y menos para asuntos sexuales. A pequeña escala, a todos nos ha pasado alguna vez sentir una necesidad irrefrenable de saltar sobre nuestra pareja de cama y satisfacer así una llama sexual. El problema está en el otro u otra: ¡menudo sobresalto despertar de esa forma! Hay quien podría incluso tener un mal gesto y la mayoría seguramente se llevará un susto considerable.Este espacio trata de las parafilias consentidas, los juegos de pareja que sirven para estimular el deseo. Se rechaza frontalmente cualquier acto que suponga un rechazo en la otra parte. Aquí nos va lo erótico. Por eso, para quienes sienten este impulso lascivo e incontenible de estimular a su pareja durante el sueño proponemos el juego como alternativa. Fingir -sí, no pongas esa cara- que estás en pleno duermevela y colmar así una filia que por extraña que parezca está más extendida

En esta ocasión, nos preguntamos cuánto de verdad subyace en la idea generada en el imaginario colectivo hacia la figura del vampiro sexual. En los últimos años, la literatura generada acerca de estos seres ha creado hordas de seguidores que conectan con el oscuro entramado de su comportamiento y reivindican el ideal romántico de una criatura fuera de los designios humanos, que obedece de forma automática a sus más íntimos deseos sin que ningún tipo de orden moral lo paralice.  Este impulso tiene mucho que ver con lo sexual, de hecho existen tipologías vampíricas según la clase de atracción que persiga el vampiro. Fuera de todo cálculo, a las vampiras sexuales se las denomina súcubos y a ellos íncubus. Pero no crean que esta clasificación solo atañe a seres misteriosos, existe una filia que está relacionada con el placentero disfrute de los mordiscos de amor (love bites, en inglés). Y aquí se mezclan dos armas letales: estarían los que disfrutan con la visión del líquido carmesí de su pareja sexual y ta

Antes de entrar, asegúrense de haberse sacudido bien en el felpudo todos sus escrúpulos y vetos. Nada de lo que aquí pase puede ser filmado ni reproducido en imágenes. Deberán desnudarse y depositar en las taquillas de la entrada todos sus enseres personales del mundo convencional. A partir de la línea roja, lo que vean o escuchen puede provocarles algún malestar inicial, pero recuerden, si están aquí es porque ustedes lo han deseado así.  La lujuria, ese pecado capital presente por naturaleza en todos los seres humanos; para unos, el gran vicio que asola a la especie hacia el ocaso de la decencia, en cambio para otros, el verdadero motor de la vida. Si les sirve de consuelo, diremos que la perversión tiene múltiples rostros y que todos están estudiados en los manuales de filias. Todos son todos. Fetichistas, masoquistas, voyeurs y un largo etcétera tienen descrita su patología en el ámbito de la psicología. Probablemente, lo que ningún profesional le aconsejará nunca será dar rienda a sus antojos sexua

Don’t Kill My Vibes cierra una etapa dedicada a los venenos con uno de los complejos químicos más corrosivos e inmediatos que el hombre haya sintetizado jamás. Reconocida como arma de destrucción masiva, este compuesto actúa sin dejar aparente huella ya que es incoloro y oleoso, por lo que tarda mucho en evaporarse, produciendo efectos espasmóticos con el solo contacto. El VX está considerado el segundo agente nervioso más tóxico del mundo y su uso, como algunos habrán imaginado, está recogido entre las armas de guerra, tanto que se rumorea que fue utilizado en la década de 1980 en la confrontación química de Irán e Iraq. DJ Andy Grey propone esta bomba como colofón final de la serie de venenos. Durante estos primeros meses, la selectora se ha inspirado en tóxicos mortales para dar rienda suelta a su desenfleno rítmico. La sesión elegida como acto de clausura es una disolución lujuriosa con los explosivos sónicos que han asesniado las pistas de baile este verano. Y mientras su mano derecha recoge los cascote