Don't Kill My Vibes

Antes de entrar, asegúrense de haberse sacudido bien en el felpudo todos sus escrúpulos y vetos. Nada de lo que aquí pase puede ser filmado ni reproducido en imágenes. Deberán desnudarse y depositar en las taquillas de la entrada todos sus enseres personales del mundo convencional. A partir de la línea roja, lo que vean o escuchen puede provocarles algún malestar inicial, pero recuerden, si están aquí es porque ustedes lo han deseado así.  La lujuria, ese pecado capital presente por naturaleza en todos los seres humanos; para unos, el gran vicio que asola a la especie hacia el ocaso de la decencia, en cambio para otros, el verdadero motor de la vida. Si les sirve de consuelo, diremos que la perversión tiene múltiples rostros y que todos están estudiados en los manuales de filias. Todos son todos. Fetichistas, masoquistas, voyeurs y un largo etcétera tienen descrita su patología en el ámbito de la psicología. Probablemente, lo que ningún profesional le aconsejará nunca será dar rienda a sus antojos sexua