Daniel Habif

Las críticas digitales se han vuelto un abstracción de la ira y enojo, como si no fuéramos realmente responsables de nuestras palabras y ellas no estuvieran cargadas de emociones y consecuencias. Esto nos lleva a tener una conducta espantosa sin importarnos los demás.  La mayoría no se atrevería a decirle cara a cara al otro lo que le escribe en un muro digital.  El mundo online le permite a muchos tímidos poder ser escuchados y esto es maravilloso, pero la contraparte es que a otros les permite actuar de maneras que jamás en la vida real actuarían, como si la vida digital no tuviera leyes y consecuencias. El mundo digital te dirá que no eres suficiente, lo suficiente guapa, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente santo, lo suficientemente digno, lo suficientemente espiritual, lo suficiente interesante, lo suficiente famoso, lo suficiente importante, lo suficiente adinerado, lo suficiente exitoso, y muchos terminan por comprar sus vidas de manera cruel y absurda. Terminan por obsesionarse