Daniel Habif

Hay muchas ideas en las que se puede pensar pero no creer. Una idea no sirve de nada sino crees en ella. Quien intenta materializar ideas sin la convicción profunda de que hará todo por conseguirla, solo pierde su tiempo. Creer en una idea, es un acto de certidumbre emocional y espiritual. Así como no se puede creer que se es más o menos inteligente, se es o no se es. Si no hay certidumbre, hay duda y si hay duda hay temor y si hay temor las acciones no van a ser firmes y si no hay firmeza, no hay enfoque y si no hay enfoque, no hay visión y si no hay visión,  no existe posibilidad alguna de una transformación profunda.    La creencia profunda se convierte en la fe que deja de ser una ilusión y un simple concepto y se convierte en verdad víva, esta creencia te permite abrir la puerta de lo imposible y concebir lo infinito, esto es igual a abril la llave de manantial inagotable, una fuente de recursos imparables que te hacen inquebrantable.   SUEÑA Y SUDA, HASTA QUE TUS SUEÑOS Y TU ESFUERZO