Nadie Sabe Nada

La preocupación de Berto Romero por parecer que tiene ‘teticas’ debido a los estrógenos se solucionará con un test de orina. Y en este ‘Nadie Sabe Nada’, música de la antigua Roma ilustra las vivécdotas de Andreu Buenafuente. Conoceremos el periquito Lolo que sabe decir ‘Samanté’ y una danza de la lluvia fallida remata alguno de los momentos memorables de este episodio.

En ‘Nadie Sabe Nada’ se hace realidad el reto de lanzar huesos de aceituna lo más lejos posible. Para ello, Andreu Buenafuente y Berto Romero tienen un contrincante de excepción: Raúl Cimas. También se habla de fantasmas, más sueños, nombres de empresas, ecos de escaleras, toallas foniatras y de cómo fueron las primeras vez practicando el esquí

En este ‘Nadie Sabe Nada’ nos vamos acercando cada vez más a la confección de una cartera fabricada con la bolsa testicular de Andreu Buenafuente visitando a un prestigios curtidor de piel. Berto Romero descubre el misterio del contador de pasos nocturno y, como buenos ignorantes lanzados a la tontería, pronosticamos cómo será el próximo año, el 2023.

Berto Romero piensa que es sonámbulo. La aplicación del móvil que cuenta los pasos le marca una cantidad de la que él no es consciente. Andreu tiene una crisis de edad pero no con la suya sino con la de su hija.En este ‘Nadie Sabe Nada’, además, nos centramos en una foto que a Berto le hace ‘teticas’ y acabamos con una puesta en escena muy dulce.

En este ‘Nadie Sabe Nada’ regresamos un poquito al pasado rescatando lo que acabará siendo un imprescindible de esta locura: el 'chiken sack'. Esto es una bolsa grande llena de pollos de goma. Ni más ni menos que 100 pollos. Andreu Buenafuente, por su parte, se proclama divulgador textil debido a su cambio de look y Berto Romero nos cuenta sus sueños paralelos: ‘paraleldreams’.

Que el espacio donde se graba el ‘Nadie Sabe Nada’ sea nuevo no sirve para retener a Andreu Buenafuente y Berto Romero porque les falta tiempo para salir a la calle y hacer el gamberro. Lo que nos espera, queridas personas cárnicas. Por lo demás, nada ha cambiado. Andreu sigue intentando comunicarse con los animales, en este caso con gallinas o el sinvivir de estar anclado en un mediodía eterno que tiene Berto con un reloj heredado de su suegro.

Primer ‘Nadie Sabe Nada’ de la época más moderna en el que estrenamos sintonía. Pero no es fácil. Andreu Buenafuente y Berto Romero tienen un reto por delante para escoger la versión. También estrenamos el lugar para las nuevas grabaciones. Un lugar que sirve para otras actividades para amortizar el coste.Nada más ha cambiado en el ‘Nadie’. Como muestra, un baile: el del pavo real de Berto, que nos ofrece un pequeño tutorial de cómo llevarlo a cabo. La improvisación sigue siendo el palo del gallinero sobre el que se sustenta este espacio de humor con más de nueve años de historia.

Último ‘Nadie Sabe Nada’ desde el estudio Toresky de Ràdio Barcelona de la SER. Lo echaremos mucho de menos porque esos palés amortiguan muy bien el sonido. Y también lo echaremos de menos por el latigazo eléctrico que tantos programas nos ha acompañado. Y por eso lo investigamos aunque no saquemos ninguna conclusión.Andreu Buenafuente y Berto Romero se mudan a otro espacio pero aquí no se abandona la SER… y de rebote, será el primer verano que el ‘Nadie’ no hace parón y nos pasamos las vacaciones haciendo el humor para las personas cárnicas.

Andreu Buenafuente y Berto Romero aún están con la resaca de los pedos lumbares y este ‘Nadie Sabe Nada’ es uno de esos programas tranquilos. Tranquilo hasta que alguien rompe la armonía de la improvisación con el ruido de un papel y nos cuelan un Bart Simpson al bar de Moe en una pregunta. ¡Ah! Y se desata la histeria colectiva con las bragas de hombre. Y digo yo: a lo mejor no ha sido tan tranquilo.

De lo que pasa en este 'Nadie Sabe Nada' se va hablar durante mucho tiempo. Desde nuestra modesta opinión, los pedos lumbares de Andreu Buenafuente pasarán a los anales de la historia de este modesto programa de humor e improvisación. Igual que a Berto Romero se le quedará grabado en la memoria por increíble, nosotros ya no lo podemos olvidar. ¡Señoras y señores, entrada libre al show del pedo lumbar! ¡Déjense sorprender! ¡No creerán lo que van a ver o escuchar!

Andreu Buenafuente y Berto Romero lo dejan claro desde el principio: están como unas castañuelas. ¿Cuándo les llegará de regalo un cencerro? Lo veo más acorde. Y al ser acorde, es acordeón (*). Todo instrumentos.En este ‘Nadie Sabe Nada’ ya sabemos si a Andreu le ha tocado o no la lotería, se crea la sección ‘Vaqueros de hoy en día’ pero la protagonista es ‘Entrevistas interesantes’. Y cómo no, los ‘jabalises’ en Barcelona.(*) Si no fuera acorde, sería acorde-off.

Por fin llega a 'Nadie Sabe Nada', la deseada rumba 'La roomba de Star Wars' de la mano de (Rum)Berto Romero y Litus. Un acontecimiento que dará que hablar... y si no da que hablar tampoco pasa nada. En el marco de 'Disco fire' o 'Disco fayer' o lo que sea, Andreu Buenafuente presenta este posible hit para el verano de 2022.

En este ‘Nadie Sabe Nada’ viajamos a Egipto para descubrir el sonido que emite una momia con Howarts Carter y aprovechamos para confeccionar nuestro ránking de sonidos. En paralelo, Berto Romero nos cuenta sus preparativos los días previos a una colonoscopia y a Andreu Buenafuente no le sienta muy bien que lleguen preguntas a la urna que le excluyan.

El día que a Andreu Buenafuente y a Berto Romero se les ocurrió jugar una partida de rol no sabían lo que se les venía encima. Si el rol no es fácil, intentar jugar una partida en 50 minutos o con alguien a quien las reglas se le atragantan, es misión casi imposible. El maestro de ceremonias es Nacho Vigalondo. Apostamos que salió del 'Nadie Sabe Nada' deseando que no haya segunda parte. Pero la habrá. Claro que la habrá. Esto no puede quedar así.

Andreu Buenafuente y Berto Romero montaron el pollo en un programa en directo especial por el día de Sant Jordi.

En este 'Nadie Sabe Nada' hay sorpresa sonora y no hacemos espóiler si decimos que se trata de King África. Tras la sorpresa nos adentramos en el mundo téxtil de la ropa interior. Según Berto Romero, Andreu Buenafuente se está convirtiendo en un divulgador téxtil... especializado en prendas íntimas.Hablando de intimismos: Berto nos cuenta cuando fueron concebidos sus mellizos.

En este 'Nadie Sabe Nada' se hace una cosa que nunca se había hecho: pasar lista del público asistente. ¡Y han venido todos! Las personas cárnicas han venido a ver un programa lleno de amor, vivécdotas, ideas descabelladas y mucho papel higiénico. Por cierto, entre Andreu Buenafuente y Berto Romero aún hay pequeñas heridas que no han cicatrizado y vuelven a relucir.

Lejos quedan, por suerte, aquellos días del 2020 en los que el 'Nadie Sabe Nada' lo hacíamos cada uno desde su casa y luego sin público. Poco a poco fueron llegando personas cárnicas de cuerpo humano presente para, al fin, poder llenar un teatro con más de 600 almas. Andreu Buenafuente y Berto Romero derramando samanté e improvisación desde la sala BARTS de Barcelona.

En este 'Nadie Sabe Nada' se hace realidad la promesa de Andreu Buenafuente con el regalo inesperado de Berto Romero: se viste con el disfraz de niño de Boba Fit. La imagen quedará para los anales de la historia del programa y también en nuestras mentes. Una vez superado este trance psicodélico, el programa vuelve más o menos a la normalidad: preguntas, respuestas, secciones... y la irrupción de Sílvia Abril de 'Las del Grupo' en el Estudio Toresky como si estuviera en su casa.

Pocas veces se produce esta situación: Berto Romero hace un regalo a Andreu Buenafuente. Lo malo de este 'Nadie Sabe Nada' es que no veremos el resultado final de ese regalo hasta el siguiente programa. También seremos testigos de unas conversaciones sobre sueños, de las cosas que puede llegar a hacer un Tesla y el regreso del 'groove doméstico', en esta ocasión adaptado a un cementerio.