Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

Este texto de Mateo, en el capítulo 5, es una de las enseñanzas mejor conocidas de Jesús. ¿Pero cree realmente Cristo lo que está diciendo? ¿Habla literalmente o en hipérbole?

En este texto, Jesús revela que él es el cumplimiento de todo el Antiguo Testamento: las leyes de Dios y las profecías de Dios. Si interiorizamos estas buenas noticias, entonces podemos sazonar e iluminar el mundo con el evangelio del reino de los cielos.

En Mateo 5, tenemos el inicio del primer -y quizá el más famoso- sermón de Jesús. En la primera sección encontramos una lista de bendiciones, las bienaventuranzas, que son nuestras conforme progresamos en la vida cristiana. Sin embargo, estas enseñanzas de Jesús son mucho más profundas de lo que "a primera vista" sugiere el texto, como de costumbre.

Veremos, ahora sí, a Jesús iniciando de lleno su ministerio. ¿Qué hizo primero? ¿A quién conoció? ¿Qué implicaciones tiene para nosotros como su iglesia, hoy?

Este texto pone en claro tanto el método de Satanás para la tentación, como el modo en que Jesús la resiste. Cada día Satanás nos ataca, para poner a prueba nuestra fidelidad. Dios utiliza pruebas en nuestras vidas para mostrarnos cuál es nuestra situación delante de él. ¿Es nuestro carácter parecido al de Jesús, ante las tentaciones de Satanás, o más bien, son imposibles de resistir?

¿Hay un bautismo o dos? ¿El bautismo nos salva o no? ¿Cuál es la forma correcta de bautizar: por aspersión, vertimiento o inmersión? Y ¿Por qué Jesús, siendo un hombre perfecto, tuvo que ser bautizado?

Conoceremos a un heraldo que no encaja en este molde y escucharemos el mensaje que prepara la venida del gran Rey –cuyo reino tampoco se amolda a este mundo.

Colosenses 3:15-17 nos desafía a ser agradecidos por todo en todo momento. ¿Damos gracias por la paz de Cristo? ¿Estamos agradecidos por la riqueza de su Palabra? ¿Nuestros corazones se llenan de gratitud mientras hacemos nuestra chamba diaria?

Según Mateo, Cristo sería el que guiara a Su pueblo en un gran éxodo fuera de Egipto y hacia la tierra prometida. Pero ¿no estaban ya en la tierra prometida? ¿Estamos ya en la tierra prometida o necesitamos a este bebé que nació hace tantos años para que también nos guíe en un gran éxodo?

Milagros navideños: se concibió un bebé sin un padre humano; Dios se hizo hombre y nació como un bebé vivo y auténtico; todo eso es todavía un tercer milagro: que Dios, en Cristo, ¡hizo esto para salvarnos!

Dios inicia esta era del Nuevo Testamento con una mirada al pasado. Al encarar con honestidad nuestro pasado (aún las partes más feas), podemos estar llenos de más esperanza para este nuevo año de lo que pensamos posible.

¿Pero quién es este muchacho, cuya versión de las buenas nuevas deberíamos querer escuchar? Podremos conocer a Mateo un poco mejor y ver por qué este ex-recolector de impuestos tan odiado inicialmente, tiene tanto qué enseñarnos.

¿Cómo podemos crecer como familias hacia lo que Cristo quiere que seamos? Estudiaremos los salmos 127 para adquirir sabiduría sobre qué hacer en las cuatro mayores etapas de nuestra vida familiar.

Es posible que el Salmo 23 sea el más conocido. ¿Conoces tú quién es el gran pastor, cómo se llama, y lo que hizo por ti? Y lo más importante ¿te conoce Él a ti?

¿Qué pasa cuando las cosas no van bien o parecen injustas? Exploraremos a través del salmo 73, cómo podemos confiar en que Dios lo tiene todo bajo control, aunque no lo parezca.

Para el autor del Salmo 71, su lugar seguro es el Señor, “mi roca de refugio”. Y, al maravillarse en su fortaleza de salvación, el compositor de este canto decide hacer dos cosas: adorar y proclamar.

¿Podríamos cantar el salmo 59 hoy como un acto de adoración a Dios como lo hizo el pueblo de Israel? ¿Es esto compatible con la enseñanza de Cristo de "amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen" (Mateo 5:44b)?

¿Por qué necesitamos confesar nuestros pecados diarios si ya hemos sido perdonados de todos ellos por Cristo cuando nos salvó? En este salmo, David nunca menciona el haber cometido asesinatos o adulterio; ¿está realmente confesando sus pecados si no los menciona? ¿es todavía apropiado el orar como David, pidiendo "ni me quites tu santo Espíritu?

El escenario: una corte de justicia. El juez: El Señor, el Dios de dioses. Los testigos: los cielos y la tierra. El acusado: Israel y la Iglesia. La acusación: preferir el ritual sobre una relación con su Dios, su único Dios. El veredicto: se anunciará este domingo.

Cómo reconocer la voz del pecado en nuestra vida y cómo lograr la victoria en Cristo.