Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

El mundo odia a los creyentes? Hay una abierta oposición a Cristo y a todos los que se encuentran unidos a El? A punto de dejar a sus discípulos, el Señor, en su fidelidad, les advierte de los peligros que les acechan.

¿Cuándo fue la última vez que caminaste en medio de una huerta? Una huerta en época de cosecha rebosa de colores de todo tipo, olores dulces, y sabores suculentos. Pero, para que haya esas frutas, tiene que haber árboles frutales y labradores que los cuiden. ¿Qué tan “fructífera” es tu vida? ¿Qué tipo de “fruto” estás produciendo en esta época de tu vida? En este sermón escucharemos algunas palabras de Jesús en las cuales él nos revela cómo tener una vida ¡realmente fructífera!

El regalo de la vida eterna es el inicio para una vida de crecimiento en el Señor con la dirección del Espíritu Santo. Podemos ver en este último pasaje de 1 Juan, las recomendaciones y aclaraciones que hace el apóstol a la iglesia de Cristo y a los que fingen ser parte de la Iglesia de Cristo

El apóstol Juan continúa argumentando sobre la necesidad de amar verdaderamente a los hermanos, pero ahora añade otros elementos. Realza la importancia del amor, en el contexto de la práctica de la fe y la obediencia a la Palabra de Dios. Amar a Dios consiste en obedecer sus mandamientos. Como sabemos que amamos a Dios? Como sabemos que hemos nacido de El?

Dios otorga a aquellos que reciben a Su Hijo Jesucristo como su Salvador, la habilidad de amar como El lo hace, a través del poder del Espíritu Santo. Que privilegio y desafío tenemos! Que que te impulsa a amar a otras personas?

Cuando pensamos en Dios, debemos pensar en su amor. Dios es amor. Su amor es más profundo y más verdadero de lo que nos podemos imaginar. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más, o menos de lo que ya nos ama. Él nos ama. Dios es amor.

Los versículos del día de hoy nos hablan de los falsos profetas que en ese tiempo estaban enseñando doctrinas ajenas a la verdad del evangelio. Aun hoy en día, los falsos profetas abundan y quieren predicar un evangelio que utiliza elementos de verdad pero, al llegar a la persona de Jesús, mienten.

¿Alguna vez, viendo a un hijo parado al lado de su padre, has pensado: ¡De tal palo, tal astilla!? A veces los rasgos físicos o inclusive las personalidades entre miembros de la misma familia son inconfundibles. Nuestro texto para este domingo nos da una manera de saber si hay algo de la personalidad de Dios, nuestro Padre, en nosotros: ¡si amamos a nuestros hermanos! A veces en la iglesia solamente nos conocemos superficialmente. ¿Qué tan bien nos conocemos? ¿Nos amamos? ¿Qué haríamos los unos por los otros? Una prueba que tenemos la salvación segura es si realmente amamos a nuestros hermanos!

Es interesante notar la conclusión de esta sección que dice: así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo. ¿Con cuál de las dos distinciones te identificas? ¿Cuál es tu verdadera identidad?

Juan nos habla de la importancia de discernir la verdadera verdad. No está oculta, ni requiere ninguna inteligencia especial para captarla. La verdad es que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios, y que en Él encontramos todo lo que necesitamos. La Palabra y el Espíritu nos hablan de esta verdad. A nosotros nos toca creer.

Juan nos está escribiendo sobre un viejo mandamiento. Espera, ahora está diciendo que es un nuevo mandamiento. ¿Qué es? Pero lo más importante, ¿cuál es este mandamiento? Curiosamente, desde 1 Juan 1:1 hasta ahora, Juan no nos ha escrito sobre ningún mandato. ¿Cuál es este mandato misterioso y cómo sería nuestra iglesia si lo cumpliéramos?

Juan, quien caminó cerca de Cristo durante Su ministerio en este mundo, estaba preocupado porque un grupo de esas personas no mostraban señales de conocer a Dios realmente. Juan nos muestra con amor y firmeza, cómo es tener una relación cercana con Dios, que es tan importante y relevante ahora, como lo fue hace más de 2000 años.

Ninguno de nosotros ha visto, oído, ni tocado a Jesús. Sin embargo, creemos que él se encarnó y vino a esta Tierra hace dos mil años. Puedes estar seguro que el Hijo de Dios sí se hizo hombre, murió y resucitó físicamente hace tantos años? O todo esto es un mito? Importa? Este sermón comienza una serie nueva de mensajes basado en I Juan. Juan el Apóstol luchó con todas estas preguntas durante el primer siglo. Testifica en su primera carta que la encarnación sí importa y que sí sucedió. Además, sostiene que el Verbo de vida es nuestro vínculo al Padre y al Hijo, y que nos llena con gozo. Qué crees acerca de Jesucristo, el Verbo de vida?

Dios es el dador de todo, sólo somos administradores de todo lo que Él ha puesto en nuestras manos. ¿Somos cristianos generosos?

¿Cómo debo usar lo que el Señor me ha entregado? Y ¿Qué debo hacer para asegurar que yo de veras lo haga? Utilizando las instrucciones de Jesús, vamos a ver el deseo de Dios en cuanto a nuestra intencionalidad con nuestro dinero – que Él espera que lo usemos con cuidado y con un plan.

¿Cuál es el propósito de las posesiones materiales? ¿Qué tiene que ver nuestra fe con las cosas que adquirimos o acumulamos? ¿Hay una relación entre la salvación y nuestros zapatos, sofás, sartenes y cisternas? Sabemos que Dios nos ha dado cada cosa para nuestro bien y para ser disfrutada, pero ¿sabemos también que nuestras posesiones pueden ser invertidas en su Reino? Este sermón nos da tres maneras de glorificarle a Dios con nuestras posesiones materiales y así acumular tesoros duraderos en el cielo.

¿Cómo puede ser posible para cualquier joven, mantenerse puro(a) o íntegro(a) en este mundo pecaminoso, con su propio corazón caído, el pecado, Satanás y la sociedad peleando en contra de él o ella? Los invitamos este domingo a presenciar un servicio especial, dedicado a los jóvenes discípulos de nuestra iglesia, para explorar este pregunta tan importante.

La mujer puede impactar en el reino de Dios de una manera que ni siquiera se puede medir. La mujer tiene entre otras muchas cualidades, la capacidad de ser una bendición en su comunidad. Una mujer que cumple su rol, es una mujer que mejora todo lo que toca.

El rol de los hombres en la iglesia es servir a través de su liderazgo, o liderar a través de su servicio. Veremos que, como le dice Pablo a Timoteo, es más importante el carácter del hombre que los dones o habilidades que él pueda poseer. Tambien resaltaremos lo importante que es para ellos el cultivar matrimonios fuertes y guiar bien a sus familias. Sobre todo, que los hombres –con la ayuda del Espíritu Santo– busquen imitar a Cristo, el varón perfecto.

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra “discípulo”? Un discípulo no solamente es alguien que piensa igual que su maestro o mentor, sino alguien que trata de imitarlo en todas las áreas de su vida. Entonces, ¿te consideras un discípulo de Jesucristo? Este mensaje reflexiona no solamente sobre lo que significa ser un discípulo de Jesús, sino hacer discípulos de Jesús. Esto comienza con nuestra familia pero no tiene límites porque Jesús dijo: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones…enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes” (Mateo 28:19-20). ¿Estás creciendo como un discípulo de Cristo? ¿Estás haciendo discípulos de Cristo?