Iglesia Presbiteriana Cristo Redentor

Desde los días en que Jesús andaba en la tierra y hasta la fecha, muchos se han cuestionado sobre su identidad: ¿Quién es Jesús? Algunos han dicho que era un profeta resucitado, un maestro, un revolucionario social, o un hombre muy confundido. Jesús reconocía la confusión acerca de su identidad, por eso les preguntó a sus discípulos y nos pregunta a nosotros: Pero, ¿quién dicen ustedes que soy yo? El discípulo Pedro estaba listo con su respuesta: “Eres el Cristo.” ¿Cómo responderías a esa pregunta personal?

¡Feliz Año Nuevo 2015! Como iglesia tenemos la costumbre de empezar cada Año Nuevo con un servicio de acción de gracias a Dios. Este domingo vamos a seguir la instrucción de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:18 que dice: “den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” ¿Cómo te fue en el 2014? ¿Fue un buen año? ¿O fue un año con sus desafíos y decepciones?

Quizá la mayoría de nosotros haya disfrutado los festejos, pero una cosa es celebrar el nacimiento de Cristo y otra, muy diferente, el haber sido cambiados por ello. Entonces ¿cómo se ve una vida cambiada por el nacimiento de Cristo? Preguntémosle a Isaías, quien vio la venida de nuestro Salvador, ¡más de 700 años antes que ocurriera!

En este texto, el cual está enfocado en otro tema, Pablo nos da la pista para entender el porqué de la maravilla de la encarnación.

¿Es posible que nuestro pecado, y no nosotros, desaparezca de la faz de la tierra, y, más importante, de delante de Dios? Al concluir su libro, Miqueas nos presenta exactamente esta posibilidad. ¡No pierdas esta emocionante conclusión!

Mientras los judíos clamaban a Dios para que juzgara a sus enemigos, Miqueas tuvo que anunciarles que ELLOS eran los que estaban bajo juicio y que la evidencia en su contra era muy grave.

Esta semana vamos a escuchar algo aún más sorprendente – el gobernante y pastor del pueblo de Dios vendría de un pueblo pequeño. Es decir, él se identifica plenamente con su pueblo en su humillación para llevarlo a la gloria.

En el capítulo 4, escuchamos ecos de anteriores amenazas, pero predomina la esperanza gloriosa de un tiempo último donde habrá restauración y salvación, y las naciones acudirán a la casa de Dios. En este capítulo, encontramos profecías que ya se cumplieron, otras que se están cumpliendo, y unas más, todavía por cumplir.

En los días de Miqueas, el pueblo de Dios estaba casi completamente enredado, enchuecado y perdido. Lo más fácil habría sido abandonarlos; y durante un tiempo, parecía que fue lo que hizo Dios. Sin embargo, su plan para ellos fue enderezar lo chueco y restaurar lo perdido. De hecho, es el plan de Dios para nuestras vidas también.

En Miqueas 2 Dios tiene dos noticias: una mala y una buena, ¡pero resulta que la mala noticia realmente es parte de la buena! Un autor describe lo que Dios hace como una “misericordia severa.” A veces sentimos que lo que Dios hace o permite no tiene sentido. Así sentía la gente de Judá durante los tiempos de Miqueas. Sin embargo, la mala noticia era necesaria para poder hacernos llegar la buena. ¡Entérate cuál es!

Vamos a escuchar el mensaje de un profeta llamado Miqueas, quien predicó durante la segunda mitad del siglo VIII y la primera parte del siglo VII a.C. Casi todos los profetas se enfocaron en Israel o en Judá, pero Miqueas tuvo la distinción de predicar a los dos, denunciando su corrupción, anunciando el castigo venidero y vislumbrando la salvación que seguiría.

¿Cómo podemos asegurarnos que cuando nuestro Señor venga por nosotros, podemos decir como iglesia que "hemos peleado la buena batalla, hemos acabado la carrera, hemos guardado la fe"? Es tiempo de levantarnos y conocer el gran gozo de participar en el trabajo más glorioso que existe!

Si el agricultor hace todo lo necesario y más para que su árbol dé fruto, pero el naranjo todavía no produce naranjas, ¿de qué sirve el naranjo?

Primera parte de la conferencia especial sobre trata de personas a cargo de Diana Flores.

Segunda parte de la conferencia especial sobre trata de personas.

Jesús concluye la parábola del rico necio diciendo que, en lugar de acumular riquezas para nosotros mismos, es mejor ser rico delante de Dios. Este domingo exploraremos cómo ser realmente ricos delante de Él.

En la parábola de esta semana acerca de un banquete, el problema no es que hayan sido invitados pocos sino la actitud de los invitados hacia la invitación.

¿Quién escoge el cajón de estacionamiento más lejos para que otros puedan estacionarse más cerca? ¿Quién cede su lugar en la fila del banco o del supermercado para que otros puedan salir antes? ¿Quién espera comer hasta que todos los demás se sirvan? Según la parábola de esta semana, el más grande hace todo esto y mucho más.

Conferencia sobre el tema de La Culpa, impartida por la Psic. Aurora Orozco de Méndez, en el marco del Retiro de Damas de nuestra iglesia Cristo Redentor, con el tema "Cómo ser victoriosas sobre nuestras emociones"

Después de enseñar a sus discípulos de la gran recompensa de servir en el reino de Dios, Jesús nos da esta parábola para ayudarnos a trabajar en su viñedo de una forma que le glorifica y nos ayuda a evitar algunos errores comunes que sus siervos tendían a cometer.